El Cura de Ars dice a una: «comulga con frecuencia, diariamente», ella responde “en mi pueblo no se acostumbra», a lo que el santo añade: «si no hay costumbre, la introduces».
Al cabo de unas semanas regresa la chica y comenta: «me señalan con el dedo». En esto el sacerdote dice: «llévate algunas amigas y ya no estarás tú sola» … en seis meses formaban una docena.