San Agustín: «Las confesiones»

Nos creaste para ti y nuestro corazón andará siempre inquieto mientras no descanse en ti.

Vocación. Llamada. Fidelidad.

Si no le dejas, Él no te dejará.

• Texto perteneciente al punto 730 del libro ‘Camino’ de Josemaría Escrivá de Balaguer, en el capítulo ‘Lucha interior’. Link: https://escriva.org/es/camino/730/

Imitación de Cristo: arrancar la tibieza.

Si nos esforzásemos más en la batalla peleando como fuertes varones, veríamos sin duda la ayuda del Señor que viene desde el cielo sobre nosotros; porque siempre está dispuesto a socorrer a los que pelean y esperan en su gracia, y nos procura ocasiones de pelear para que alcancemos la victoria.

Imitación de Cristo.

Santa Teresa de Jesús.

«Como es tanta la penuria de los tiempos que hoy pasamos, requiere Dios amigos fuertes para sustentar a los flacos».

San Agustín

Deseaba y ansiaba la liberación; sin embargo, seguía atado al suelo, no por cadenas exteriores, sino por los hierros de mi propia voluntad. El Enemigo se había posesionado de mi voluntad y la había convertido en una cadena que me impedía todo movimiento, porque de la perversión de la voluntad había nacido la lujuria y de la lujuria la costumbre y, la costumbre a la que yo no había resistido, había creado en mí una especie de necesidad cuyos eslabones, unidos unos a otros, me mantenían en cruel esclavitud. Y ya no tenía la excusa de dilatar mi entrega a Ti alegando que aún no había descubierto plenamente tu verdad, porque ahora ya la conocía y, sin embargo, seguía encadenado … Nada podía responderte cuando me decías: ‘Levántate del sueño y resucita de los muertos y Cristo te iluminará . . . Nada podía responderte, repito, a pesar de que estaba ya convencido de la verdad de la fe, sino palabras vanas y perezosas. Así pues, te decía: ‘Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo. Pero ese ‘pronto’ no llegaba nunca, las dilaciones se prolongaban, y el ‘poco tiempo’ se convertía en mucho tiempo

Oración.

Enemigos reales de tu oración: la imaginación, la loca de la casa que te turba y distrae con sus vuelos y con sus piruetas; tus sentidos despiertos y poco mortificados; la falta de preparación remota si quieres llamarla de modo distinto, llámala disipación- por lo cual te encuentras tan lejos de Dios nuestro Señor cuando empiezas tu oración; tu corazón poco mortificado , poco purificado, poco desligado de las cosas de la tierra, que mancha de fango las alas de tu alma y te impide elevarte hacia una mayor intimidad con Dios, la falta de esfuerzo y de auténtico interés, por tu parte, en los momentos en que te quedas cara a cara con el Señor.

Salvador Canals. Ascética Meditada.

Benedicto XVI. Eucaristía.

Amados hermanos y hermanas, peregrinos y habitantes de estos valles, Hermanos Obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, todos vosotros que estáis viendo el infinito anonadamiento del Hijo de Dios y la gloria infinita de la Resurrección, permaneced en silencio y adorad a vuestro Señor, nuestro Maestro y Señor Jesucristo. Permaneced en silencio, después hablad y decid al mundo: no podemos callar lo que sabemos. Id y proclamad al mundo entero las maravillas de Dios, presente en cada momento de nuestras vidas, en toda la tierra. Que Dios nos bendiga y nos guarde, que nos conduzca por el camino de la vida eterna, Él que es la Vida, por los siglos de los siglos. Amén».

MEDITACIÓN DE BENEDICTO XVI EN LA PROCESIÓN EUCARÍSTICA EN LA PRAIRIE (LOURDES).

Santa Teresa de Jesús. Recomenzar.

… Que el Señor da siempre oportunidad, si queremos.

Santa Teresa; libro de la Vida.

San Josemaría. Forja

FORJA511

¿Minucias y nimiedades a las que nada debo, de las que nada espero, ocupan mi atención más que mi Dios? ¿Con quién estoy, cuando no estoy con Dios?

San Josemaría Escrivá de Balaguer. Forja n° 511

San Francisco de Sales. Perseverancia

Porque realmente tenemos una gran ventaja para salir siempre vencedores en esta guerra: saber que no necesitamos más que querer pelear.

San Francisco de Sales (Introducción a la vida devota).